Un mundo oscuro...

Así es como lo ve mucha gente desde fuera.

Un mundo oscuro... lleno de sombras, de secretos, de deseos que supuestamente deberían avergonzar. Un rincón prohibido donde la moral tradicional tapa los ojos y se persigna antes de mirar.

Un mundo cargado de lujuria, de placer sin filtro, de sexo libre y placeres pecaminosos.
Y sí… no van tan desencaminados. Porque sí, el ambiente swinger está lleno de deseo, de fantasías cumplidas y de vicio… mucho vicio. Pero no el que algunos imaginan con prejuicio o miedo, sino uno consentido, sano, honesto. Un vicio que no corrompe, sino que libera.

Ahora bien, si hablamos de oscuridad...
Solo aceptamos la literal. Porque sí, muchas veces jugamos en espacios en penumbra, con luces suaves, tenues, a veces rojas, a veces lilas...
Pero cuando entramos en el terreno figurado, no hay oscuridad que valga.

Todo lo contrario: este mundo está lleno de luz.
Luz en forma de confianza absoluta con tu pareja.
Luz en las miradas que se cruzan en mitad de una fiesta sin palabras.
Luz en la amistad real que surge cuando compartes, sin máscaras, lo que eres y lo que deseas.

Es un mundo donde se rompen miedos y se descubren colores que antes ni sabías que existían.
Colores en forma de orgasmos intensos y compartidos.
Colores en la complicidad de un polvo travieso con dos, tres o seis cuerpos sincronizados.
Colores en la risa después del sexo, en la charla con vino, en el abrazo sin prisa.

La verdadera oscuridad está fuera.
Está en los tabúes, en los juicios, en el miedo a hablar de sexo con naturalidad.
Está en esa cortina espesa de prejuicios que muchas personas aún no se atreven a correr.

Nuestro propósito nunca ha sido "dar luz" a este mundo. Porque este mundo ya brilla.
Brilla en su libertad, en su diversidad, en su autenticidad.
Nuestro propósito es simplemente ayudar a correr esa cortina.
Mostrar que no hay nada sucio en disfrutar del cuerpo, en explorar fantasías, en vivir el sexo como se siente, no como nos dijeron que debía ser.

Y por suerte, cada vez hay más gente que tira de esa cortina con fuerza, sin miedo y sin vergüenza.
Gente que, como nosotros, cree en el placer con valores.
Personas que hablan de sexo sin pelos en la lengua (ni en la mente), y se atreven a decir que follar también puede ser un acto de amor, de libertad, de respeto y de crecimiento personal.

Así que no, el mundo swinger no es oscuro.

Es un arcoíris travieso que te envuelve si te dejas.
Un viaje de luz propia, donde cada orgasmo es una bengala que ilumina el alma.

Dicho esto…

¡Corred las cortinas… y a follar mucho! 😈
#BesosConLengua