Y otras que se filman con la piel.
Este Halloween, el escenario es OCD, y lo que está por suceder no es una fiesta… es una trilogía de placer y oscuridad.
Dos noches y una tarde que cuentan una historia: la del deseo disfrazado, el miedo excitante y la nostalgia que solo deja el buen pecado.
Porque si las películas tienen su “peliculón”, su secuela y su cierre memorable…
aquí, cada acto tiene su propio sabor.
Y tú decides hasta dónde mirar… o participar.



