“Nos habíamos prometido no quedarnos quietos.
Y el universo, a veces, premia a los que se atreven…
con una invitación al lado más oscuro del placer.”
Volvemos a salir de nuestra zona de confort.
Y lo hacemos con esa mezcla que tanto nos gusta: mariposas en el estómago, morbo en la mirada, y el dulce vértigo de saber que no habrá guion escrito.