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Tu perfil openminded: Elegante o espantoso. Tú decides

 👋 ¿Cómo pretendes que te comamos... si ni siquiera sabes cómo presentarte?

En el mundo openminded hay espacio para todos: parejas, tríos, unicorns, chicos solos... Pero si eres uno de esos chicos que quiere moverse por estas aguas picantes, necesitas tener algo más que ganas (y una polla). Necesitas un perfil que seduzca. Que invite. Que intrigue.

Porque vamos a ser sinceros: en las redes sociales openminded, la primera impresión no solo cuenta… lo es todo.

Y sí, esto va por ti, valiente aventurero que acabas de abrir tu cuenta en Ohfidelio, Instagram o Twitter, y piensas que con una foto borrosa y un “pregunta lo que quieras” ya lo tienes hecho. Spoiler: no lo tienes hecho. No lo vas a tener hecho. Nunca.

Así que si quieres que te lean, que te respondan, o al menos que no te bloqueen por pesado, este artículo es para ti.



📸 1. Las fotos: el primer filtro de atracción


Tu foto de perfil es tu carta de presentación. Y si no tienes carta… pues no hay presentación.

  • No tener fotos = no existir.
    Si no muestras nada, nadie se va a molestar en descubrirte. Misterioso no es lo mismo que fantasma.

  • Selfie en el espejo del gimnasio = crímenes contra el erotismo.
    Deja el móvil, súbete los pantalones y repiensa tu estrategia.

  • ¿Foto en calzoncillos con calcetines blancos y fondo de cocina?
    No estás en 0nlyFans ni vendiendo electrodomésticos de segunda mano.

  • Lo sugerente siempre gana.
    No hace falta enseñar el paquete. Enséñanos que tienes estilo, presencia y seguridad. Unos hombros al sol, una sonrisa pícara, una mirada con intención… Eso sí seduce.

  • Y cuidado con los filtros.
    No somos adolescentes. Si pareces un alien con piel de porcelana, da miedo, no morbo.

📷 Tu objetivo: que den ganas de saber más de ti. No que cierren la pestaña a los tres segundos.




📝 2. La descripción: cuenta algo sin contarlo todo

Una buena descripción es como una buena caricia: no lo muestra todo, pero te deja con ganas de más.

Y sin embargo… hay demasiados perfiles que parecen escritos con una mano. La otra ya te imaginas dónde está.

  • “Pregunta lo que quieras” → flojera nivel dios.
    Si tú no te molestas en decir quién eres, ¿por qué alguien se va a molestar en descubrirlo?

  • "Aquí para lo que surja" → Traducción: "no tengo ni idea de lo que busco".
    Y en este mundo, si no sabes lo que quieres, terminas por no gustarle a nadie.

  • Cuenta algo, pero no cuentes todo.
    ¿Te gusta el arte, el vino, los cuerpos con historia? ¿Eres más de miradas que de empotramientos express? Eso dice mucho más que “me gusta el sexo”.

  • Un poquito de humor, por favor.
    No eres un catálogo erótico, eres un ser humano. Di algo que haga sonreír y dejarás huella.

  • Ortografía. Sí, eso.
    No pedimos que escribas como Cervantes, pero si tu descripción tiene más faltas que una orgía con penitencia… es un turn off inmediato.

✍️ Recuerda: no se trata de decir que eres especial. Se trata de demostrarlo sin tener que decirlo.


🧠 3. La actitud: lo que más seduce (o espanta)

Aquí viene lo importante: tu actitud lo es todo. Puedes tener un cuerpo de escándalo, pero si tu mensaje es un “Hola rica, ¿te va el anal?”... pues hasta nunca, campeón.

  • Esto no es Tinder, ni P***hub.
    Es un entorno donde el respeto, el consentimiento y la buena vibra son ley.

  • “Hola, guapa” no es un saludo.
    Preséntate, lee el perfil antes de hablar y, sobre todo, sé auténtico.

  • Insistir no es seducir. Es agobiar.
    Si alguien no responde, respira, sigue con tu vida y ahórrate el “no sabes lo que te pierdes”.

  • Sé educado. Sé claro. Sé divertido. Sé tú.
    Pero el tú que tus amigos respetan. No el que se emborracha y manda audios con voz de baboso.

  • La elegancia y el misterio no pasan de moda.
    Una buena actitud, con estilo, con inteligencia, con deseo bien canalizado… eso sí es un afrodisíaco.

🧩 En este mundo, no gana el más directo. Gana el que sabe cuándo, cómo y con quién ser directo.

 

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