Translate

OCD: mucho más que un club, un lugar al que siempre queremos volver

Cuando hablamos de Only Crazy Dreams (OCD) no estamos hablando de un club cualquiera. Para nosotros es uno de esos lugares que te marcan, que se quedan contigo. No solo por sus espacios (que son de los más completos que hemos visto jamás), sino por algo mucho más importante: las personas que hay detrás. 
Desde el primer día, sin conocernos de nada, nos recibieron con los brazos abiertos y esas sonrisas enormes y sinceras que te hacen sentir en casa al instante. Antes de darnos cuenta ya estábamos hablando, riendo y compartiendo con ellos como si nos conociéramos de toda la vida. Eso es OCD: cercanía, calidez y complicidad.


El equipo humano: el alma de OCD


El equipo humano es maravilloso. Son swingers como nosotros y eso se nota: saben perfectamente qué puede preocuparte, qué necesitas y cómo hacer que te sientas cómodo en cada momento.


Hay dos parejas de socios:

– Una, con mucha experiencia en el ambiente, con esa soltura y conocimiento que solo da el tiempo, siempre atenta a todo lo que sucede.

– La otra, con menos recorrido pero creciendo a pasos agigantados, cariñosa y divertida, pendiente de cada detalle.

Y el tercer socio, ese que te encuentras en la taquilla/guardarropía, es puro buen rollo: amable, divertido, siempre con una sonrisa y con ritmo para bailar hasta el amanecer.

A este equipo se suma otra pareja de amigos que se encargan de los contenidos multimedia y de llevar las redes sociales del club. Lo hacen de una forma activa, elegante y totalmente personalizada, con ese toque cercano que refleja la esencia OCD. Además, también están presentes en el club, siempre dispuestos a echar una mano cuando hace falta.

Y no nos olvidamos de ella, la camarera. Además de profesional, simpática y atenta, tiene un look Pin-Up cañero que nos fascina y esa “mano izquierda” para tratar a cada persona según su estado anímico. Detalles que marcan la diferencia y que hacen que OCD sea único.

Un club que lo tiene todo

Para nosotros, es el club más completo que hemos visto jamás. Y algo que valoramos mucho: está fuera de Barcelona, así que quienes no somos de la ciudad nos ahorramos entrar en pleno centro.


Nada más pasar por taquilla/guardarropía, te recibe una barra enorme donde tomar algo y socializar en un ambiente relajado. En la misma planta hay una discoteca grande con pole dance, zona de sofás para charlar y un reservado para algo más íntimo o “VIP”.


Y bajando las escaleras empieza lo más “hot”… 😏


La planta de abajo: un universo para todos los gustos


La zona de taquillas está preparada para que puedas organizarte antes de pasar a jugar: chanclas, toallas, limpieza impecable y, si necesitas algo, solo tienes que pedirlo.


– Salas privadas: cuatro en total. Las dos primeras separadas por barrotes pero con cortina para elegir intimidad o exhibicionismo. Las otras dos, con barrotes y sin cortina, perfectas para los más atrevidos.

– Sala grande: con una cama enorme ideal para interactuar con otras parejas y una camilla para masajes o… lo que surja 😉

– Piscina climatizada: nuestra debilidad. Un espacio zen donde relajarte (o no…) después de la noche.

– Cuarto oscuro: oscuro de verdad, con ese morbo que otros clubs han perdido.

– Habitación del “ginecólogo”: con camilla y sofá, perfecta para fantasías.

– Sala perimetral: cama grande y sofá para los más voyeurs.

– Zona de cine X: camas laterales, una cama central y una pantalla emitiendo películas para inspirar el momento. Y aquí encontramos otro de esos detalles únicos de OCD: una de las paredes está llena de agujeros, lo que viene siendo un glory hole, ya que al otro lado está el acceso para chicos solos. Un plus de morbo que no deja indiferente a nadie.

– La mazmorra: la joya de la corona. De las mejores que hemos visto, ambientada con luces rojas, el sonido de cadenas, cachetes y algún latigazo. No desvelaremos más para que la descubráis por vosotros mismos.


Y para terminar, no podemos olvidar la terraza con sus reservados y camas balinesas. Un rincón perfecto para respirar, conversar o seguir jugando bajo las estrellas.


Un club para cada momento


En OCD hay un espacio para cada estado de ánimo: un día puede ser la intimidad de las privadas, otro la adrenalina de la mazmorra, otro el juego en grupo en la perimetral, la roja o el cine. Pero siempre, siempre, terminamos en esa piscina climatizada, dejándonos llevar…


Casi medio año con Only Crazy Dreams – Crónica de una aventura swinger

Parece mentira lo rápido que pasa el tiempo cuando lo compartes con gente increíble. Hace menos de un año pusimos un pie por primera vez en Only Crazy Dreams (OCD), y desde entonces, se ha convertido en una segunda casa para nosotros.

Cada fiesta vivida ha sido un universo distinto, un viaje donde no solo nos hemos divertido, sino que también hemos encontrado complicidad, amistad y momentos mágicos que siempre quedarán en nuestra memoria.

Es difícil elegir una favorita… La vuelta al Insti de Vip's estuvo genial. Nos sorprendió la participación de la gente en los juegos de la Welcome to the Summer, la enorme afluencia en el aniversario, casi 400 personas, la escenografía tan cuidada en las fiestas BDSMeras tipo la DarkSide o la Kinkstars, o cómo olvidar, La fiesta de la espuma donde celebramos el cumpleaños de Júlia rodeados de personas maravillosas. El equipo de OCD nos hacen sentir parte de su familia, y eso es algo que llevamos grabado en el corazón.

Porque en OCD no se trata solo de cumplir con un dresscode. Ellos van más allá: cada fiesta es un concepto, una experiencia completa. Les gusta “vestir” el club para cada ocasión, transformando los espacios en escenarios que nos transportan a mundos distintos en cada visita.

Hoy, mirando atrás, podemos decir que este primer año ha sido una aventura excitante, atrevida y, sobre todo, muy humana. Gracias a OCD por abrirnos sus puertas y hacernos sentir tan queridos.




Sus Redes Sociales


Nuestro rincón especial

Para muchos, un club es solo un lugar de juego. Para nosotros, Only Crazy Dreams es un hogar al que siempre queremos volver. Porque aquí encontramos no solo espacios espectaculares, sino también personas que hacen que cada visita sea única.


Gracias, OCD, por existir y por hacernos sentir

 parte de vuestra familia swinger.


— Rubén & Júlia – Macarelleta

No hay comentarios:

Publicar un comentario