Valencia, pero el viernes por la tarde, con las niñas y la perra ya "colocadas" y las maletas hechas, nos miramos y dijimos:
“¿Y si nos vamos ya?”
Y así, sin avisar a nadie, pusimos rumbo a la aventura, con GPS directo al calorcito de la costa… y a un finde inolvidable.
Tras una parada rápida para cenar algo por el camino, llegamos a Valencia… ¡y directos al club Open-minded de JJ y Grace! No nos esperaban hasta el día siguiente, así que la cara de sorpresa fue maravillosa 😄 Nos enseñaron las nuevas zonas del club (hacía un año que no lo pisábamos) y nos encantó cómo lo han dejado: elegancia, picante y espacios para todos los gustos, desde privados hasta zonas de juego más abiertas.
Y como la noche prometía… cumplió. Conocimos a dos unicornios de 10: un chico de la Tribu y una chica sola en su primera vez. Encantadores, sensuales y con ese saber estar que tanto valoramos.
Esa noche terminamos los cuatro compartiendo risas, caricias y una habitación con mucha complicidad. Una primera noche para recordar… y repetir. 😏
A las 4 cierra el club… ¿y ahora dónde dormimos?
Menos mal que soy una chica con recursos: llevaba en el coche dos mantas y un cojín.
Nos "acoplamos" en el coche, farolas incluidas, y conseguimos dormir una horita y media. A las seis y pico ya clareaba. Yo, como en casa: me lavé la cara, los dientes, cremita y vestidito puesto. Rubén, más rápido, listo en un plis. Mientras tanto, un señor en una furgoneta al lado nos miraba con curiosidad entre bostezo y bostezo... jajaja Listos para buscar un sitio para desayunar.

Nos fuimos al coche a buscar las maletas y para al apartamento, siestecita de dos horas y... ¡hora de ponernos sexys para la supernoche del sábado!
Nos reencontramos con JJ y Grace y conocimos a parte de la Tribu, esa maravillosa comunidad que nos hizo sentir como en casa desde el minuto uno. Compartimos cena, risas, primeras copas, bailes, charlas… ¡y mucho calorcito!
El ambientazo del club es difícil de describir: gente con buenas vibras, respeto, sensualidad, una decoración elegante y un escenario que vibra.
Y en ese escenario vivimos uno de los momentazos del finde: el ritual con el nombramiento de las nuevas sacerdotisa. Un show increíble, lleno de magia, erotismo, sensualidad, creando un ambiente que te atrapa y seduce... podríamos relatarlo al 100%, ya que nos quedó grabado a fuego en la memoria, pero es un show que hay que vivir en directo. Nada de que te lo cuenten… ¡hay que verlo! 🔥
A las 3 de la mañana, con el cuerpo ya pidiendo cama,tal era el punto del cansancio, que yo Júlia, tuve que rechazar un baile con una chica muy guapa y sexy de la tribu... pero no podíamos mas... nos despedimos de los que seguían dándolo todo (algunos muy “ocupados” jeje) y nos fuimos al apartamento. Yo, con hambre de una cosa muy concreta:
¡la pizza!
Llegamos al apartamento y… ¡la pizza no estaba! ¿Dónde está la pizza? ¿Nos la hemos comido sin darnos cuenta? ¿Nos la hemos dejado en el restaurante?
Me desmaquille, fumamos el último piti en el balcón y a dormir, resignados al misterio.
Al día siguiente, aún con el enigma en la cabeza, desayunamos y fuimos a dejar las maletas al coche.
Rubén abre el maletero y suelta un:
“¡UUAALAAAA!”
Y yo: “¡¿Qué pasa?!”
¡Ahí estaba! Nos la habíamos dejado en el coche cuando fuimos a buscar las maletas para ir al apartamento. ¡Caso resuelto y muchas risas aseguradas! 🤣🍕
Ha sido un finde brutal. De esos que te dejan agotado pero con el corazón lleno. Sentirnos como novios, volver a la esencia de nosotros dos, conocer gente maravillosa, vivir el momento.
Sí, hemos vuelto a casa cansados… pero sarna con gusto no pica.
Gracias JJ y Grace por acogernos con tanto cariño, gracias Tribu por ser tan auténticos, y gracias Valencia por dejarnos zorrear a gusto.
¡Volveremos!
Con amor, aventura y una porción de pizza…
– Macarelleta 🍕💋
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