erotismo no siempre necesita ruido. A veces basta con un susurro. Con una respiración que se entrelaza. Con una cuerda que no aprieta, sino que abraza.
Y en ese caminar, el shibari se nos fue cruzando con esa elegancia que tienen las cosas que llegan cuando toca.
Habíamos tenido algún contacto suave, casi intuitivo. Lo justo para entender que no se trata solo de atar, sino de sostener, de rendirse, de jugar desde otro lugar. Y justo cuando esa curiosidad empezaba a enredarse en nosotros… apareció alguien especial: Pau Devolar.
Las casualidades que atan sin cuerda
Conocimos a Pau hace poco. Tuvimos un primer encuentro tranquilo, charlado, de esos que no se olvidan fácil. Su manera de estar, de escuchar y de compartir, nos tocó. Después, seguimos en contacto por redes, donde su autenticidad y claridad quedan totalmente plasmadas y reflejadas.
Nos invitó a asistir al BDSM Film Festival de Barcelona, del cual es parte de la organización, y ahí terminamos de confirmar lo que ya intuíamos: Pau no solo trabaja con cuerdas, también lo hace con el alma.
Un taller para explorar(se)
Nos duele un poco no poder asistir, porque sabemos que no será solo aprender técnica, seguridad, sino una oportunidad para conectar desde lo no dicho. Para mirar, sentir y entregarse desde otro lugar.
Porque el shibari es eso: una práctica que se transforma en ritual. Y como pareja, sabemos lo valioso que es abrir espacios donde el juego, la confianza y la conexión profunda se anuden (literal o metafóricamente).
Si tú sí puedes ir… no te lo pienses
Habrá cuerdas disponibles para prestar o comprar. El ambiente será íntimo, respetuoso y perfecto para quienes se inician. No hace falta experiencia previa: solo tu cuerpo, tu curiosidad y tus ganas de explorar algo diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario